Este peculiar rinconcito altaverapacense debe su nombre a que, en la historia local, se sabe que ahí terminaba la ciudad, había poca iluminación y al frente se ubicaba la finca Santa Margarita W.E. Dieseldorff, lo que convirtió el lugar en un punto de encuentro donde los enamorados se despedían. Es una de las calles más antiguas de Cobán y aún conserva su original empedrado (Escobar, 2018).
Esta calle es la única que conserva su empedrado original, hoy en día es un callejón ubicado a 200 metros del centro de la ciudad, y pese a su atractivo es poco transitado.